El inversor español se lanza a los fondos sostenibles
El inversor español se lanza a los fondos sostenibles
El dinero se ha dirigido hacia los activos responsables en 2020, a nivel global pero también en España. Según los datos de Morningstar, los fondos domiciliados en este país etiquetados como ASG (es decir, que invierten en base a criterios ambientales, sociales y de buen gobierno) acumulan en el año, hasta el cierre de mayo, entradas netas por 841,85 millones de euros. Mientras tanto, los productos no ASG registran en el conjunto de esos cinco meses salidas netas de 3.661,3 millones.
En lo más crudo del año, en el mes de marzo, los fondos no sostenibles sufrieron salidas netas de 5.534 millones de euros; las salidas también afectaron a los productos ASG, pero en su caso se limitaron a 300,8 millones. Tampoco puede olvidarse que el patrimonio invertido en productos ASG en España, de 5.900 millones de euros a cierre de mayo, aún es muy inferior al que se destina a los no sostenibles (más de 252.000 millones).
Tendencia creciente en 2020
Las cifras han ido dándose la vuelta a medida que avanzaba el ejercicio: en el mes de enero, ambos tipos de fondos registraban entradas, pero las de los productos no ASG triplicaban a las de los sostenibles (1.500 millones de euros netos, frente a 500 millones). El dato más reciente, de cierre de mayo, refleja entradas netas por 47,6 millones de euros en los productos ASG, y salidas de 236,4 millones en sus rivales.
«Muchos inversores están sustituyendo activos tradicionales por sostenibles en sus carteras», explicaba, el pasado abril, Aitor Jáuregui, responsable de BlackRock en España, Portugal y Andorra, a elEconomista. En pleno crash del Covid-19, muchos de ellos «aprovecharon las caídas para repensar el nivel de riesgo que querían asumir», señalaba Jáuregui, y la inversión con criterios ASG no deja de ser una forma de limitar los riesgos. Como consecuencia de ello, de acuerdo con los datos de BlackRock, en el primer trimestre de 2020 los fondos sostenibles a nivel global (fondos de inversión y ETFs) captaron 40.500 millones de dólares en nuevos activos, lo que supuso un incremento del 41% en tasa interanual.
Fuente: El Economista